Confrontando el temor con éxito

Confrontando el temor. El temor es un sentimiento tan antiguo como la propia humanidad. A causa de todas las amenazas que debemos enfrentar a lo largo de la vida, necesitamos un mecanismo que nos predisponga para huir de los peligros; por lo tanto, el temor es algo que todos llevamos dentro. El problema es cuando esta condición nerviosa afecta al alma, y se transforma en un mal crónico. Muy sabiamente el rey Salomón escribió, que el hombre sin Dios huye sin que nadie lo persiga. Esta patología se conoce como delirio de persecución.

El origen del temor que hay en el subconsciente humano se remonta al huerto del Edén. Adán y Eva, tras haber quebrantado el mandato de Dios, se escondieron de él por temor al castigo. Esto es algo que hicieron en ignorancia, ya que Dios les buscaba para perdonarles y amarles. El perfecto amor, del que habla la Biblia, capaz de echar fuera el temor, es lo que suele transmitirle, poer ejemplo, un padre al abrazar a su hijo, cuando está siendo atormentado por una pesadilla.

El temor puede ser también un estado de pánico, ocasionado por algo desconocido. Sin embargo, al no poder identificarlo, tampoco es posible confrontar el peligro.

Confrontando el temor

Como pastor he tenido que estar cerca de muchas personas que se encontraban al borde de la muerte. En una ocasión me llamaron para atender a un joven, que había consumido su dinero y su salud en las drogas, y que, al tener que enfrentarse a la muerte, estaba siendo fuertemente atormentado. Los que le acompañaban decían que estaba luchando con el mismo diablo. Me acerqué a su cama y le hablé del amor de Dios. Confesó sus pecados y aceptó a Jesús como su Señor y Salvador. Repentinamente se sentó en su cama, y apuntando con su dedo al vacío, dijo: ¡Satanás, ya no eres dueño de mi vida, no temo a la muerte! Me contaron que cuando me fui se levantó, ordenó sus cosas, se despidió de su familia, se volvió a acostar, y en paz partió con el Señor.

Cuan cierto es lo que está escrito en la Biblia. Jesús venció al que tenía potestad de la muerte para librar a todos los que por el temor a la muerte estaban en esclavitud.

En cierta ocasión, un hombre se acercó a Jesús para pedirle por su hija que estaba gravemente enferma. Por el camino le llegó la mala noticia de que su hija había muerto. En ese momento perdió la fe que tenía y el temor se apoderó de él. Entonces Jesús le dijo: «¡Jairo, no temas, cree solamente!». Con fe en Dios todo es posible. El resultado final fue que Jesús trajo a su hija de vuelta a la vida.

No dejes que el temor se apodere de ti; cree en Jesús y confróntalo con fe, sabiendo que Dios te ama.

Ivar Svensson
Pastor Evangélico